CROQUETAS DE ESPÁRRAGOS
INGREDIENTES:
300 gr. de espárragos trigueros (pesados sin la parte leñosa).
1 cebolla mediana.
100 gr. de harina.
100 gr. de mantequilla.
600 gr. de leche.
2 huevos.
1 paquete de galleta picada.
Sal.
PREPARACIÓN:
Poner al fuego una cazuela con agua. Cuando hierva, echar los espárragos -sólo la parte tierna- cortados en trocitos de 1 cm. más o menos. Cocerlos 3 minutos. Ponerlos después en un colador pequeño para que suelten el agua. Pelar y picar bien fina la cebolla. Poner la mantequilla al fuego dentro de una sartén de fondo grueso. Cuando se haya fundido, echar la cebolla y sofreírla al mínimo y con la sartén tapada hasta que esté transparente. Añadir la harina y revolver bien. Cocer esta pasta lentamente, sin dejar de remover, tres o cuatro minutos. Después, ir añadiendo leche poco a poco (¡muy importante!) y remover bien para que se incorpore a la pasta. Añadir la sal y la pimienta. Veréis que al principio parece que no liga, pero ligará. No os alejéis de la sartén. Sabréis que está lista cuando se despega del fondo y los laterales de la sartén. Entonces, echar los espárragos y la nuez moscada rallada y remover para que se distribuyan bien.
Verter esta farsa en un recipiente bajo de vidrio o en una fiambrera. Alisar la superficie y filmarla. Dejarla enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté fría, guardarla en la nevera.
Al día siguiente, sacar el recipiente de la nevera, desprender la lámina de film y eliminar el agua de condensación que se haya formado.
Preparar dos platos hondos: en uno de ellos batir dos huevos como para hacer tortilla; en el otro poner la galleta picada. Ir cogiendo cucharaditas de la farsa, dándoles forma con las manos y pasarlas primero por el huevo batido y después por la galleta picada. Cuando ya estén hechas todas las croquetas, se puede congelar una parte si no queremos freírlas todas. En el momento de consumir las congeladas, las podremos descongelar en el microondas o a temperatura ambiente antes de freírlas, o incluso pasarlas directamente del congelador a la sartén sin descongelarlas. Si lo hacemos así, directamente del congelador, debemos tener en cuenta que al principio el fuego tiene que ser bien vivo, pero cuando se haya formado ya un poco de costra por una cara, tendremos que bajar un poco la temperatura para que se hagan por bien. Si no lo hacemos así, quedarán congeladas por dentro.